domingo, 4 de octubre de 2015

El peso de ser "Chica FIV"

Cuesta admitir y sobre todo interiorizar que ya has pasado a la siguiente fase. Aceptar que las inseminaciones artificiales no han servido para nada y que en adelante las cosas van a ser muy diferentes. Cuesta mucho. Pero en ello estoy últimamente.


Recuerdo cuando empezamos a acudir a nuestro centro de reproducción asistida y estábamos en la sala de espera, aguardando nuestro turno. Había una pantalla en la que podían leerse las consultas y el turno: Consulta UHR (unidad de reproducción humana) para las IACs; y Cosulta FITVE para fecundación in vitro. Cuando llamaban a las parejas que estaban en in vitro siempre pensaba, inconscientemente, que yo no llegaría a eso. Me parecía un universo muy muy lejano que nunca tendría que conocer. Veía mujeres que iban y veían, hablando de sus óvulos, de cuándo les habían programado la punción. Mujeres nerviosas y esperanzadas como yo, o eso pensaba, aunque ahora sé que cuando saltas de IAC a FIV, los nervios, la tristeza y la esperanza se entremezclan de una forma que casi no tiene ni explicación. Ahora sé que lo que yo sentía en aquellos días, mis miedos y nervios, eran una décima parte de lo que esas chicas sentían. Lo sé porque ahora soy una de ellas.


Sé que hasta que no esté a punto de hacerme la punción no me haré 100% a la idea, porque siempre queda la esperanza de que ocurra el milagro mientras esperamos que nos llamen. Un milagro que no ha tenido lugar en los últimos 20 meses, pero que nunca se descarta. Tod@s l@s que estamos en esta lucha sabemos que dentro, muy dentro nuestro, siempre albergamos esa esperanza. Aunque sea algo casi subconsciente, pero ahí está siempre.


Mientras espero a que me digan que empezamos con FIV, este ciclo, como ya os comenté en mi post anterior, me toca hacerme el test del CLOMIFENO, así que he estado tomando OMIFIN. Ayer a media noche me tomé la última de las diez pastillas que te recetan. Había leído muchas cosas sobre el citrato de clomifeno, de sus efectos secundarios, y una vez probado, puedo decir que se sobrevive. Yo lo que he notado han sido sobre todo dolores de cabeza y, a ratos también, pinchazos como en las sienes. Algún día estuve un poco mareada, pero tampoco sé si era por la medicación. Ah! y otra cosa que es muy raro en mí es que desde que empecé el tratamiento estoy estreñida... Aunque como decía, ayer me tomé la última pastilla así que espero que todo vuelva a la normalidad.


A partir de ahora sólo queda esperar a que la ovulación haga acto de presencia y "deberear" un mes más para ver si por fin nuestro sueño se hace realidad. Ya sabemos que es complicado, muy difícil de hecho, pero cosas más raras se han visto. En poco más de una semana, además, tenemos cita con la ginecóloga otra vez para ver cómo han ido los resultados del test del clomifeno. El martes me hago el último análisis de sangre que me han mandado y una semana después nos dirán algo. Espero que sean buenas noticias y nos digan que mis ovarios son unos campeones, pero si no es así, después del golpe,  habrá que volver a levantarse y seguir adelante. Habrá que ser valiente porque el esfuerzo merecerá la pena. Será duro, a veces demasiado largo, pero podemos hacerlo, porque NO ESTAMOS SOLAS.









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