lunes, 26 de octubre de 2015

Es oficial, ODIO el Omifin

Sí, lo odio. Lo odio con todas mis fuerzas. Porque justo el mes que se suponía que más tranquila iba a estar, el mes en el que juré y perjuré que no iba a hacerme ilusiones porque no había positivo posible que esperar... me ha hecho emocionarme... y para NADA.


Como os dije en mi último post, esperaba la regla para el viernes pasado. No tenía ni un atisbo de duda de que me bajaría ese día, porque desde hace unos meses conozco mis ovulaciones como la palma de mi mano. Identifico perfectamente el dolor, el flujo que las precede, y controlo muy bien las fechas. Así que estaba segura que, tras previa toma de diez pastillas de Omifin de los días 3 a 7 de mi ciclo, había ovulado el día 13. Un poco más tarde de lo habitual para mí, pues casi siempre ovulo el 11 o 12, pero tampoco me preocupé porque había leído que el citrato de clomifeno retrasa la ovulación.


Hasta ahí bien, retrasa la ovulación, ¿pero también la fase lútea? Pues va a ser que sí, o si no es que mi cuerpo se ha vuelto completamente loco ya. El viernes esperé a que me bajara la regla pacientemente. Por la mañana nada, al mediodía.... tampoco, por la noche... nada!! Y empecé a mosquearme. Me pareció muy raro porque a mi siempre me baja 14 días después de ovular, como un reloj, o eso creía... 


Me fuí a la cama pensando que quizá me había equivocado y había ovulado el día 14 de mi ciclo, y que me bajaría al día siguiente, el sábado. Pero tampoco. Y me mosqueé todavía más, claro. Me mosqueé y, casi sin darme cuenta, empecé a hacerme ilusiones. ¿Y si estaba embarazada? ¿Habría ocurrido el milagro? Llevaba días con síntomas de regla, el dolor de ovarios iba aumentando hasta el punto de despertarme por las noches, pero la odiosa de rojo seguía sin aparecer. No podía imaginarme mejor noticia que esa para celebrar nuestros dos años de casados. ¡Qué bien pintaba todo! Hasta que empecé a mirar en internet y a encontrar decenas de comentarios de chicas que llevaban semanas de retraso por el maldito Omifin.


Así que volví a poner los pies en la tierra, había empezado a volar demasiado rápido. Pero claro, ¿cómo no iba a emocionarme? Era el primer retraso de mi vida, al menos que recuerde, lo que es seguro es que era el primer retraso que había tenido en toda mi búsqueda positiva. ¿Tanto podía afectarme el Omifin? Pues sí, porque al día siguiente, por insistencia de mi media naranja y parar evitar seguir haciéndo castillos en el aire, me hice un test de embarazo. Y ésto es lo que me regaló.





Una vez más una única y odiosa rayita solitaria sobre un fondo blanco nuclear.


Aaaaarrrggggggggg!!!!! Sólo quería, y quiero, gritar, patalear, romper cosas. Por tonta, más que tonta. Me había prometido a mí misma no esperar nada hasta enero de 2016, cuando empecemos el primer ciclo FIV. Y a la primera de cambio, empiezo a soñar por un retraso de dos días. ¡Dos días! ¿No es nada verdad? Pues a mí me han parecido toda una vida. Nunca había llegado al día 28 sin regla, ni al 29, ni al 30. Porque hoy lunes, día 30 de mi ciclo, y 17 días después de mi supuesta ovulación, sigue sin bajarme la regla y estoy alucinando.


Por favor, si a alguien le ha pasado algo parecido, agradeceré vuestros comentarios. Para no sentir que soy la única estúpida que se hace ilusiones con dos días de retraso. La verdad es que he pasado un fin de semana horrible, en una montaña rusa de emociones de la que no sabía cómo bajarme. Hasta que me hice el test claro. La cara de moco que se nos quedó a "media naranja" y a mí no tenía desperdicio. Ahora estoy un poco preocupada con eso de que no me baje la regla. Si sigo así, tendré que ir al médico. Os seguiré informando. 


¡Gracias por estar ahí!

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