Hoy hace justo una semana de mi tercera IAC, ya llevo siete días de espera y puedo decir bien alto que los he llevado bien. He aguantado el tipo y no me he comido demasiado la cabeza. Es verdad que es inevitable preguntarse de vez en cuando si esta vez tendremos suerte o no, pero eso entraba dentro de lo previsible. Bueno, eso, y mis incursiones esporádicas a internet para buscar testimonios alentadores.
El fin de semana de desconexión funcionó a la perfección, conseguí olvidarme de que estaba en "tiempo de espera" al 90%. Es lo que tienen la comida casera, las siestas y la naturaleza.
De vuelta a la civilización, lo sigo llevando bastante bien, pero me cuesta más. Y eso que de momento no han empezado los dichosos tirones de ovarios que me dejan muerta. En las dos inseminaciones anteriores empezaron alrededor de la segunda semana más o menos, así que intuyo que estarán a punto de hacer acto de presencia.
¿Síntomas que he tenido hasta el momento? Prácticamente ninguno al que haya que darle importancia. Ligeros dolores como de regla, algún pinchacito leve en el bajo vientre, algún amago de tirón que no ha ido a más, ligero dolor de pechos (cada día menos) y el estómago un poco rarillo, como si fueran digestiones pesadas, pero sólo algunos días. Eso es todo.
Lo cierto es que estoy optimista, pero a la vez siendo realista, porque la sombra del negativo siempre estará ahí. Supongo que a medida que avance esta semana me iré poniendo más y más nerviosa, aunque yo intentaré con todas mis fuerzas que no sea así... De momento estamos de obra en casa, así que entre organizar y limpiar espero mantenerme ocupada.
Y si eso no es suficiente... siempre me quedararán mi pequeña terraza y mis flores. Un humilde oasis que me ayuda a ver más allá del blanco y negro.
"Te esperaré hasta que el último pétalo de la última flor caiga sobre mi última lágrima"
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