viernes, 19 de junio de 2015

Lidiando con los psicosíntomas

Han sido bautizados como psicosíntomas y el título se lo tienen bien merecido. Me refiero a todas esas "señales" que creemos ver o sentir en nuestro cuerpo durante las aproximadamente dos semanas de espera. Esos pinchazos, retortijones, mareos y demás dolorcillos que pueden hacer que te vuelvas completamente loca.
   





En ya casi dos años de búsqueda, he tenido síntomas de todo tipo y podría haber estado embarazada prácticamente todos y cada uno de mis ciclos. Con este post no pretendo que se acaben todos vuestros males en este sentido, no os voy a pedir que no os fijéis en cada una de las señales que os manda vuestro cuerpo. Eso, como otras tantas cosas en nuestro caso, es imposible. Es muy normal estar en una especie de estado de alerta continuo, atenta ante cualquier mínimo pinchazo, mareo o cambio. Considero que no debemos sentirnos mal por ello, no somos bichos raros, sólo queremos aferrarnos a algo que signifique que estamos más cerca del ansiado positivo.

Seguro que ya habéis leído en alguna de vuestras visitas a internet (porque eso lo hacemos todas...) que los síntomas del embarazo y los de la regla son prácticamente iguales. Yo no lo he comprobado todavía, pero no he podido evitar pensar cada mes  que los dolores premenstruales quizá no eran lo que parecían. Siempre notaba algo diferente que me hacía ilusionarme. Que si a mí normalmente no me empiezan los dolores tan pronto, que si estos pinchazos no los había sentido antes... La realidad, tristemente, es que antes de buscar el embarazo no estaba pendiente y ahora sí. Lo curioso es que no importa cuantos negativos acumules, cada mes vuelves a ilusionarte al notar un síntoma "diferente". Yo he llegado al punto de que hasta la ausencia de síntomas me ha dado esperanzas. Tanto oír a amigas decir que ellas cuando se quedaron no se enteraron...

Otra parte del cuerpo que juega un papel importante en la espera son los pechos. Se dice que el dolor mamario es uno de los primeros síntomas que nota una mujer embarazada. Yo me he pasado días toqueteandome los pechos para comprobar si me dolían y también para estar segura de que no me dejaban de doler. Una auténtica tortura, porque después de tanto tiempo una llega a conocerse tan bien que ya sabe que si dos o tres días antes de la fecha estimada para la regla el dolor de pechos se va, el positivo vuelve a alejarse.

Por si no fuera suficiente con "toquetearme", también someto a mis pechos a exhaustivos exámenes visuales. Analizando el tamaño y color de mis pezones (se dice que deben oscurecerse) y comprobando si se me notan o no las venas. He pasado horas frente al espejo convenciéndome de que "esa vena azulada de ahí" no estaba hace unos días. De locos.

Otros psicosíntomas por los que he pasado, y para los que no encuentro otra explicación que las ganas que tengo de ser madre, son: naúseas, mareos, cansancio, oler cosas que antes no me parecía notar, sabor metálico en la saliva... Una lista sin fín de la que no siento vergüenza alguna porque hace tiempo que me dí cuenta de que no era la única y ya se sabe que mal de todos...

Como decía nada más empezar este post, es imposible no fijarse en todas esas señales que nos manda nuestro cuerpo. Sólo alguien que no está buscando un embarazo no se fijaría. A nosotras nos toca estar pendientes de cada pequeño cambio o síntoma, e ilusionarnos. Porque de ilusiones se vive y porque la esperanza es lo último que se pierde.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL CAMINO ES MÁS CORTO EN COMPAÑÍA, ¡ANÍMATE A COMENTAR!